¿Quieres reformar tu dormitorio y no sabes por dónde empezar? No se preocupe, a menudo basta con un buen trabajo de pintura para renovar su zona de dormitorio y crear un ambiente confortable donde poder descansar y regenerarse. Pero, ¿cómo elegir el tono de color más adecuado para las paredes del dormitorio?
A diferencia de lo que se piensa, el color de las paredes debe elegirse con cuidado y estudiarse hasta el más mínimo detalle, porque tiene el gran poder de influir en el humor y el estado de ánimo de las personas que viven en ese espacio. Veamos qué elementos no se deben pasar por alto antes de decidir de qué color pintar las paredes.
PISO
Lo primero que hay que valorar, a la hora de elegir el color de las paredes, es sin duda el suelo de la estancia . Nuestro consejo es elegir una tonalidad que no contraste con el color del suelo. De esta forma te asegurarás de obtener un buen equilibrio de color. Así, si, por ejemplo, tienes un suelo oscuro, es preferible elegir colores neutros para las paredes (capaces de aligerar el impacto visual).
LA ILUMINACIÓN NATURAL DE LA HABITACIÓN
Si su dormitorio está expuesto al norte (por lo tanto, menos luminoso), le recomendamos evitar las tonalidades demasiado oscuras, ya que sobrecargarían la habitación y la harían poco acogedora. Si, por el contrario, la habitación está orientada al sur, también puedes arriesgarte a utilizar tonos claros u oscuros. Este tipo de exposición (muy brillante) permite una mayor libertad en la elección de los colores.
MUEBLES
Los muebles juegan un papel fundamental a la hora de elegir el color de las paredes. Es necesario elegir un color que combine bien con todos los elementos de la habitación, de esta forma estarás seguro de obtener una armonía de 360°. Por ejemplo, si tienes muebles claros, puedes variar desde tonos neutros hasta tonos más luminosos sin problemas. Los amantes del estilo moderno pueden combinar muebles claros con paredes azules o verde esmeralda. En un dormitorio clásico, aunque el mobiliario sea claro, siempre es mejor no atreverse demasiado y elegir tonos neutros, como el gris o el crema.
LA INFLUENCIA Y EL PODER DE LOS COLORES: CÁLIDOS, FRÍOS Y NEUTRO
El dormitorio es el lugar destinado al descanso y la relajación, es preferible elegir tonalidades capaces de infundir una sensación de paz y tranquilidad. Ya sea que quieras seguir los dictados del Feng Shui (el antiguo arte chino que regula la armonía en el hogar) o simplemente tu pasión por los colores vivos o los tonos pastel, es importante saber que cada color tiene un significado específico y es capaz de influir. estado de ánimo y estados de ánimo.
Por eso, además de seguir tu gusto personal, te aconsejamos que no descuides algunas reglas sencillas para aprovechar al máximo las propiedades de los colores. Según la cromoterapia, los colores más adecuados para la zona de dormir son los fríos (azul claro, azul, violeta, verde esmeralda, aguamarina). Son colores relajantes, asociados al agua y a la luz de la luna, facilitan el descanso y son siempre agradables a la vista.
Por el contrario, los colores cálidos (rojo, naranja, amarillo, marrón y todos sus matices) están asociados con la luz del sol y el fuego, son muy estimulantes y por eso son más adecuados para el salón.
Luego están los colores neutros, suaves y no especialmente vivos (marfil, beige, gris, blanco) capaces de dar una sensación de equilibrio y tranquilidad, aptos para cualquier rincón de la casa. Su mayor virtud es sin duda la flexibilidad, son fácilmente combinables y capaces de crear combinaciones de colores muy efectivas. Veamos algunos colores en detalle, su significado y su impacto en tu decoración:
EL AZUL
El azul es un color frío, probablemente el más adecuado para la zona de dormir, porque es capaz de infundir tranquilidad y calma. Símbolo de armonía y equilibrio, el azul tiene la capacidad de normalizar la presión arterial y el ritmo cardíaco. Este color tiene muchas variaciones, solo encuentra el que mejor se adapte a tus preferencias. Ciertamente el tamaño de la habitación y su altura son muy importantes a la hora de elegir el tono: en una habitación pequeña es preferible elegir un tono azul claro, porque este último consigue hacer que el espacio parezca mucho más grande.
Por el contrario, para estancias más grandes, puedes arriesgarte a utilizar paredes de color azul oscuro. El azul es un color muy versátil, combina muy bien con muebles de madera de estilo más clásico, pero también queda perfecto con muebles más modernos en color blanco o crema. Si la elección de pintar todas las paredes de azul te parece demasiado arriesgada, nuestro consejo es optar por pintar sólo una pared (quizás la que está detrás de la cama). De esta forma evitarás la sensación de opresión y transformarás la única pared pintada de azul, en la auténtica protagonista de la estancia, sin apelmazar el ambiente.
EL ROJO
El rojo es un color cálido, famoso por la expresión del amor y la pasión, pero también representa fuerza y vigor. Este color no es especialmente adecuado para la zona de noche (donde normalmente se prefieren los tonos fríos que inducen al descanso). El rojo tiene una frecuencia estimulante que transmite buen humor y energía, características más adecuadas para el salón. Pero si te apasiona este color también puedes utilizarlo, con las dosis adecuadas, en el dormitorio.
Nuestro consejo es utilizar este color con moderación, pintando sólo una pared o columna. Una solución podría ser optar por tonos y tonalidades envolventes y no agresivos como el rojo bermellón o el terracota, de esta forma se obtiene un ambiente tranquilo y cálido al mismo tiempo.
BEIGE
Generalmente se eligen colores neutros como el beige para el dormitorio, que contribuyen a la relajación y facilitan el descanso. Este color es definitivamente perfecto para ambientes elegantes, refinados y clásicos. Se puede aplicar en sus múltiples tonalidades y siempre aporta una calidez íntima a la estancia. Se adapta fácilmente a cualquier tipo de decoración. Nuestro consejo es combinarlo con otros colores, creando un contraste cromático, para evitar que tenga un efecto demasiado apagado.