A diferencia de lo que muchos piensan, el desarrollo de las plantas no depende exclusivamente del cuidado que reciben, la verdadera clave del éxito radica en el proceso de plantación.
En este sentido, antes de pensar en fertilizantes y abonos, conviene encarar el reto de elegir la maceta adecuada en función del tipo de planta. En general, los maceteros grandes son la opción más recomendada, sin embargo, existen ciertos criterios que ayudan al momento de tomar la decisión.
En las raíces está la respuesta
El peor error que podemos cometer es embutir la planta dentro de un recipiente diminuto, ya que la base de su crecimiento se encuentra bajo tierra. De esta forma, el primer paso es comprobar que el macetero brinda el espacio suficiente a las raíces que van a aparecer conforme avanza el desarrollo.
Para ello, los expertos aconsejan tener en cuenta el ancho de la planta, y elegir una maceta que tenga cinco centímetros más de diámetro, respecto a dicha medida.
En cuanto a la profundidad, aplicamos la regla mientras más grande mejor. El volumen del recipiente influye en la salud de las raíces y, por consecuencia, en la resistencia de la planta ante la falta de agua, los cambios climáticos y la presencia de plagas.
Aunque no existe una medida estándar, la recomendación es un macetero de 15 cm de profundidad para plantas pequeñas. Esta dimensión no solo favorece el crecimiento, sino que optimiza la conservación de la humedad, lo que, a su vez, reduce la necesidad de abono y riego.
Trasplantar en el momento adecuado
Contrario a lo que podemos suponer, las plantas no pueden trasplantarse en cualquier momento. Elegir el momento que precede a la fase de crecimiento y floración implica la disponibilidad de un sustrato o nutrientes renovados, pero tendremos que esperar hasta la siguiente temporada para ver las flores.
Lo ideal es realizar la labor cuando las temperaturas sean favorables, con la salvedad de ciertas especies, debemos evitar la época álgida e iniciar la trasplantación entre el fin del invierno y el inicio de la primavera.
El momento del día también influye en el resultado, la mejor hora es al final de la tarde, ya que el calor excesivo puede dañar las raíces.
El material sí importa
Los maceteros de plástico pueden ser el hogar de muchos tipos de plantas, asimismo, tienen a favor la variedad de diseños disponibles, la versatilidad y asequibilidad, pero son vulnerables a la acción de los rayos solares cuando el contacto es de forma directa.
Por su parte, los de terracota son más elegantes y armonizan muy bien a diferentes tipos de decoración, un punto a favor cuando pretendemos instalarlos en espacios interiores del hogar. Sin embargo, tienen especial tendencia a absorber la humedad, esto quiere decir que la tierra se seca con mayor facilidad y necesita más atención.
Si queremos utilizar las plantas como elemento decorativo, vale la pena invertir en recipientes altos y en diferentes formas, recordando que la elección del material no está relacionada con la estética, sino con la funcionalidad.